Vistiendo Palabras
Podcast door romina goletto
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12 afleveringenMicrorrelato disponible en Instagram [https://www.instagram.com/p/CZ9pkQgMh5r/]. Más historias en romigoletto.com [https://romigoletto.com/]! También acepto cafecitos [https://ko-fi.com/romigoletto] :) ☁️ Transcripción: Cada vez que la miraba pensaba en que si tuviera veinte años de nuevo, la invitaría a una cita. Salían por cócteles y compartían el grupo de amigos. Era madura para su edad y se integraba bien con los treintañeros que rozaban los cuarenta. Algunos tenían hijos o llevaban años de matrimonio. Él no tenía hijos pero sí tuvo alguna vez un matrimonio. A veces pensaba en si tomó las decisiones correctas. Si todo lo que hizo fue por deseo propio o porque se dejó llevar por los demás. La cena terminó después de la medianoche y el grupo se despidió fuera del restaurante. Ellos dos fueron los últimos en salir. Mientras ella encendía un cigarrillo, le preguntó: ¿Me llevas a casa?
Microrrelato disponible en Instagram [https://www.instagram.com/p/CYjWQepsWjD/]. Más historias en romigoletto.com [https://romigoletto.com/]! También acepto cafecitos [https://ko-fi.com/romigoletto] :) ☁ Transcripción: Estamos juntos, separados. El anciano con lentes de sol que está sentado solo, a unos cinco metros de mí. La señora con un gorro rojo y un perro en brazos, esperando a alguien a un costado de la plaza. Un hombre cierra el baúl del auto mientras ríe y habla por teléfono. Se acerca y encuentra un banco vacío donde acomodarse y continuar la conversación. Hay algo relajante en estar sentada en un banco de plaza observando lo que sucede. Casi terapéutico. Estás en compañía de desconocidos; y si bien cada uno tiene parte de la mente en sus cosas, nos miramos cada tanto. Escuchamos un poco de la voz del otro y sabemos que están ahí. Dejamos de estar solos. Estamos juntos, separados. Llegó el alguien de la señora del gorro rojo. Los autos frenan mientras ambos cruzan la calle y yo me quedo acá, admirando la escena desde mi banco de plaza.
Microrrelato disponible en Instagram [https://www.instagram.com/p/CW-xa2hMM-K/]. Más historias en romigoletto. [https://romigoletto.com/]com [https://romigoletto.com/]! También acepto cafecitos [https://ko-fi.com/romigoletto] :) ☁ Transcripción: Me levanté del banco de plaza con el objetivo de volver a casa. Inicié a caminar por una calle comercial de Borgo San Dalmazzo mirando la cartera y acomodando mis pertenencias. En un instante, escucho la voz de un hombre hablándome. Cuando elevo la vista veo una persona con ropa demasiado liviana para este invierno. Noto sus ojos grandes y el entusiasmo por enseñar el bolso negro lleno de cosas para vender. Calcetines, una lampara de led, pulseras. Hablaba en italiano pero con un acento diverso. El resto de los peatones seguía caminando a nuestro lado y miraban de reojo. Sonreí detrás de la mascarilla y le dije buenos días al vendedor. Me ofreció calcetines de distintos colores, encendió la lámpara de escritorio e incluso me rebajó el precio de todos los productos. Le expliqué que no tenia euros de más para comprarle algo. Al parecer el hombre también notó en mí un acento distinto, porque me preguntó de dónde era. Respondí Argentina y cuando le pregunté por él me contestó con un lugar que no entendí. Me dio vergüenza repreguntar. Lo despedí, le deseé suerte y me indicó que espere. Buscó entre las cosas de su bolso y sacó una pulsera de hilo. "Para la buena fortuna", me dijo.
Microrrelato disponible en Instagram [https://www.instagram.com/p/CWlz6daMVTD/]. Más historias en romigoletto.com [https://romigoletto.com/]! También acepto cafecitos [https://ko-fi.com/romigoletto] :) ☁ Transcripción: Era de esas personas que disfrutan de enseñar su reloj de oro y ropa de marca. Estando en la mesa con el resto de los invitados, a todas las opiniones de los demás él intervenía con un: "No, no, no, no es así. Totalmente no. Porque cuando yo..." Y ahí iniciaba el monólogo. Era de esas personas que disfrutan de enumerar las experiencias que el dinero le permitió tener. Con sus lentes gruesos y jean ajustado andaba con aires de superioridad. Según su parecer, el resto estaba siempre equivocado. Pero si ves sus fotos viejas, encuentras a un muchacho regordete que parece inseguro y tranquilo. Un veinteañero humilde con entusiasmo por trabajar y superarse. El él de ahora apenas te mira a los ojos cuando le hablas y casi nunca está en casa. De los dos, su esposa es la que escucha. Sonríe y te presta atención durante la conversación. Cuando terminamos de hablar, volví la vista sobre las manos de él y noté que no llevaba el anillo puesto.
Microrrelato disponible en Instagram [https://www.instagram.com/p/CVnhzPeKORQ/]. Más historias en romigoletto.com [https://romigoletto.com/]! También acepto cafecitos [https://ko-fi.com/romigoletto] :) ☁ Transcripción: La puerta de entrada de la oficina de inmigraciones estaba cerrada. Pero fuera había 9 personas esperando entrar. Media hora antes del horario de apertura. De un lado, un grupo de hombres que venían de África. No se conocían, pero solos se fueron ubicando de aquel lado de la puerta. Del otro, algunos pocos italianos que por segundos levantaban la vista hacia el resto de la gente y la corrían velozmente antes de cruzar miradas. Parado en un rincón, un muchacho sostenía un folio que dejó entrever un pasaporte azul. Argentino. 8:30 de la mañana, un hombre salió de la oficina abriendo la puerta de entrada, acompañado de una oficial de policía. En sus manos llevaba una tira de papel con números para repartir a los de fuera. Para entonces, había familias enteras esperando un ticket. Tres cochecitos con bebés que casi no podían moverse con sus camperas inflables y mantas; niños ansiosos que no llevaban la ropa apropiada para pasar el invierno del norte de Italia; y parejas con la vista cansada, sosteniendo documentos y sosteniéndose sí mismos. El argentino habló italiano con fluidez y fue de los primeros en pasar a la oficina. El resto esperó fuera su turno, hasta pasado el mezzogiorno.
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