Crónicamente en línea

En este episodio de Crónicamente en línea, exploramos la historia de Diego Ruzzarin, un influencer que rápido subió a la fama tras un debate con Carlos Muñoz. Lo cual lo elevó a un estatus de “líder de opinión” o hasta de “filósofo”. Sin embargo, esa reputación rápidamente comenzó a decaer conforme se empezó a ver que sus ideales y opiniones tenían un presunto precio. Cuando sospechosamente el autodenominado líder del “pensamiento crítico”, era crítico con todo menos con China, Rusia y Venezuela.

En este episodio de Crónicamente en línea, contamos la curiosa historia de cómo Juan Pa Zurita, tras inspirarse por obras de caridad de sus amigos influencers decidió replicar una ante el sismo del 19 de septiembre de 2017, solo para terminar fracasando enormemente y querer escudarse bajo el argumento de “solo ser un youtuber que no fue a la universidad”. Exploramos cómo una obra humanitaria que prometió ayudarlo a impulsar su presencia, terminó siendo una mancha enorme en su carrera y en proyectos similares.

En este episodio de Crónicamente en línea, analizamos la historia de dos personajes que han sido bastante infames en internet por la constante duda que existe respecto a su salud mental, la cual curiosamente es expresada de forma artística. Desde Flor Amargo, quien se denomina a si misma creadora del género musical catartic pop, hasta Jovani Vázques, cuyo arte es tan raro como su persona en sí.

En este episodio de Crónicamente en línea, nos adentramos en el mundo de 4Chan, una plataforma de foros en internet que surgió inspirada por un foro similar centrado en la exploración del anime y el manga, pero que rápidamente se salió de control, principalmente por el completo anonimato que se permite y las pocas o escasas reglas, lo cual rápidamente lo ha hecho llegar a campañas de bromas masivas, algunas inofensivas, otras bastante crueles y ruines.

En este episodio de Crónicamente en línea, exploramos la infame historia de uno de los canales más grandes y controversiales de YouTube. Dirigido por una empresa bastante turbia del mismo nombre, Badabun se encargó por años de distribuir contenido basura, desinformación y peor aún, de acosar y amenazar a todo aquel que se atreviera a criticarlos de cualquier manera, extendiendo ese maltrato incluso a los mismos integrantes de la compañía, lo cual terminó llevándolos a una merecida decadencia.