
ORACIONES CATÓLICAS
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Oraciones CatólicasLa oración vocal es un elemento indispensable de la vida cristiana. A los discípulos, atraídos por la oración silenciosa de su Maestro, éste les enseña una oración vocal: el “Padre Nuestro”. Jesús no solamente ha rezado las oraciones litúrgicas de la sinagoga; los Evangelios nos lo presentan elevando la voz para expresar su oración personal, desde la bendición exultante del Padre (cf Mt 11, 25-26), hasta la agonía de Getsemaní (cf Mc 14, 36).
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Oración al comenzar Por la Señal de la Santa Cruz Oración Expiraste, Jesús; pero la fuente de vida brotó para las almas, y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. ¡Oh, fuente de vida, insondable misericordia divina!, abarca el mundo entero y derrámate sobre nosotros. Luego, se dice tres veces ¡Oh, sangre y agua que brotaste del sagrado corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío! Padrenuestro, Ave María y Credo.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía.

En el Nombre de Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, sello y protejo, con el Poder de la Sangre, de Jesucristo el Señor, a: (en este momento nombre a todos sus hijos), sello su conciente, inconsciente, subconsciente; ser físico, ser biológico, psicológico, material, y espiritual. Los sello y los protejo, con el Poder de la Sangre Preciosa, de Jesucristo el Señor, de todo accidente, dentro y fuera de la escuela o trabajo, de cualquier atropello, al cruzar calles o avenidas; de alcoholismo, tabaquismo, drogadicción, sexualidad, sensualidad, lujuria, obscenidad. Los sello y los protejo, con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, de sufrir algún secuestro, secuestro, o de la enfermedad de la Influenza; de sufrir algún robo, abuso de autoridad, por parte de cualquier maestro, o abuso de cualquier compañero; de riñas dentro y fuera de la escuela, o de su trabajo. Los Sello y los protejo, con la Sangre de Jesucristo, el Señor, de pandillerismo, de algún mal golpe, de caerle mal a alguien, de venganza, de apatía, de indiferencia ante cualquier dolor ajeno, de indiferencia a la Eucaristía, de desprecio a la virginidad, desprecio al respeto a los adultos, y a los propios padres. Los Sello y los protejo con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, de cualquier maldición, de parte de cualquier maestro, compañero, o jefe de trabajo, u otras personas. De abuso de autoridad, física y verbal, psicológica y mental. De cualquier persona que los quiera engañar, sonsacar o involucrar en cualquier problema que no les corresponda. Los Sello y los protejo con el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor, de cualquier desilusión, obsesión, depresión; enfermedad física y mental. Señor Jesucristo ¡derrama tus Bendiciones sobre mis hijos! ¡Derrama tu Preciosa Sangre sobre su cerebro!, para que tengan buena retención en sus clases. Que tu Sangre Señor Jesucristo, fluya por sus venas, y Señor Jesús ¡escóndelos en el Corazón Inmaculado, de la Santísima Virgen María! En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Sigamos Orando por nuestros hijos…. En el Nombre, y bajo la Autoridad de Jesucristo, el Señor, ato todo principado, poder y fuerza espiritual del Mal, en las regiones de maldad, que están influenciando a: (mencione los nombres de sus hijos…). Esa influencia contra ellos, queda cancelada, por el Poder de la Sangre de Jesucristo, el Señor. Ato, y rompo, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo, y con el Poder de su Preciosa Sangre, los espíritus de hechicería, ocultismo, satanismo, rechazo, suicidio, ira, odio, resentimiento, amargura, orgullo, miedo, decepción, incredulidad, esquizofrenia, sensualidad, sexualidad, lujuria, obsesión, adicción, manipulación mental, comportamiento compulsivo, falta de perdón, soberbia, drogas, alcoholismo. Ato esos Poderes, y los poderes de la música rock, y de chatear por el Internet, y los espíritus que contiene el Internet. Declaro que están anulados por completo en la vida de mis hijos. La ceguera que el Enemigo ha puesto en mis hijos, debe irse, en el Nombre de Jesucristo el Señor. Mis hijos van a ver la Luz del Evangelio de Jesús, para que sean enseñados por El, y se multiplicará su paz. Padre Celestial, Creador de todas las cosas, te doy las gracias por el regalo que nos has dado en nuestros hijos, te pido que mandes Ángeles que los guarden, y los protejan en todos sus caminos. Te pido que proveas para ellos amigos cristianos, que puedan ayudarlos con buenos consejos y buenas influencias. Dios, que maravilloso privilegio y responsabilidad es ser padre; ayúdanos a discernir cuando mis hijos necesitan de nuestras Oraciones y ayuda. Danos Sabiduría, para ser los padres que debemos ser, y ayúdanos a ser comprensivos con ellos. Padre Santo, permite que nuestros hijos cumplan el Plan que tú has diseñado para sus vidas. Que el Espíritu de Dios, Espíritu de Sabiduría, Espíritu de Inteligencia, Espíritu de Consejo y Poder, Espíritu de Conocimiento, y sobre todo, Espíritu de Temor de Dios, repose sobre ellos. Nosotros depositamos en tus divinas manos, a nuestros hijos, y te agradecemos por amarlos más de lo que nosotros los amamos, y les darás un futuro de Esperanza. Amén.

https://drive.google.com/file/d/1iR7ZEBG4_O3SWjFJeRxc7s3UqsLvr9pO/view?usp=sharing [https://drive.google.com/file/d/1iR7ZEBG4_O3SWjFJeRxc7s3UqsLvr9pO/view?usp=sharing] Día 33 Preparación Consagración a María Oración a María Oh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día. Invocación al Espíritu Santo Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios. Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios. Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén. Sobre la Asunción de María al Cielo El Papa Pío XII en la Bula Munificentissimus Deus, del 1 de noviembre de 1950, proclamó solemnemente el dogma de la Asunción de María con estas palabras: "Pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celeste (Dz. 2333). En la Solemnidad de la Asunción, contemplamos a María, que nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo, que es su Hijo, Camino, Verdad y Vida. Nos dice la Madre: Haced lo que Él os diga" (Jn. 2); y que nos dejemos iluminar y guiar por su Palabra, que le sigamos cada dia, incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan pesadas. María, el Arca de la Alianza que está en el Santuario del Cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunion de alegria y de paz con Dios. (Homilía Benedicto XVI, 2010). La Coronación de María como Reina y Señora de todo lo creado. "Padre, Hijo y Espíritu Santo salen a tu encuentro María para coronarte, porque eres Reina de cielos y tierra. Ante tí, los Ángeles y los Santos te colman de su alabanza, porque eres Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo, Esposa de Dios Espíritu Santo, Templo y Sagrario de la Santísima Trinidad." Nos unimos a la alabanza del Cielo diciendo: "Cantaré un himno a la Reina Madre y me acercaré gozoso a celebrar sus glorias, cantando alegre sus maravillas. ¡Oh Señora! Nuestra lengua es incapaz de alabarte dignamente pues Tú, que engendraste a Cristo Rey, has sido elevada sobre los Serafines .. Dios te salve ¡Oh Reina del mundo! ¡Oh Maria! Reina de todos nosotros!" (Himno Akathistos) María nos lleva a Jesús Contemplamos la misericordia del Señor Rezamos con Sta. Faustina Kowalska: "Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Tí confío." Oración al Padre Padre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia. Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación. Y con María rezamos el Magníficat, su canto de alabanza a Dios: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. Su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos. Auxilia a Israel su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y su descendencia por siempre. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Dia 32 Preparación Consagración a María Oración a María Oh María! transforma mi corazón como el tuyo; colócale alrededor una corona de pureza adornada con virtud; toma mi corazón, querida Madre, consagrado como tuyo propio; preséntaselo a Dios Padre como una ofrenda de mí para Ti. Ayúdame, Oh María, en hacer tu Corazón, más conocido cada día. Invocación al Espíritu Santo Ven Espíritu Santo, ilumina mi corazón, para ver las cosas que son de Dios. Ven Espíritu Santo, dentro de mi mente, para conocer las cosas que son de Dios. Ven Espíritu Santo, dentro de mi alma, que yo le pertenezca solamente a Dios. Santifica todo lo que piense, diga y haga, para que todo sea para la gloria de Dios. Amén. San Juan Pablo II Tres palabras resumen lo que aprendimos de San Juan Pablo II: (1) Madre, (2) “Entrega-ción” y (3) Misericordia. Reflexionemos sobre cada una. MADRE La enseñanza de San Juan Pablo sobre la consagración mariana no sólo lleva consigo la autoridad papal sino también el peso autoritativo de un Concilio Ecuménico, porque repite y profundiza la enseñanza del Concilio Vaticano II sobre María. Por tanto, su enseñanza realmente constituye la mente y el corazón de la Iglesia actual y debemos prestarle especial atención. Entonces ¿qué nos dicen la mente y el corazón de la Iglesia sobre María? Nos señala la mediación maternal de María. Dice que ella es nuestra madre en el orden de la gracia. Proclama la Buena Nueva de que Dios nos ha regalado una madre espiritual que, piadosa, atiende tiernamente nuestro crecimiento en gracia y santidad. Esta nueva maternidad de María en la vida de la Iglesia, en la vida de cada uno de nosotros, es el ambiente permanente, reconfortante y hermoso, que envuelve todo lo que hemos dicho sobre la consagración mariana — o lo que San Juan Pablo a menudo llama la “entrega”. ENTREGA-CIÓN Viendo a María al pie de la Cruz junto a su querido discípulo Juan, Jesús dijo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, a Juan: “Ahí tienes a tu madre” (Jn. 19:26-27). Estas palabras resumen lo que hemos tratado en la última sección, que María es nuestra madre espiritual. Pero después leemos el siguiente versículo: “Y desde aquel momento el discípulo la recibió en su casa”. Aquí está lo esencial de nuestra respuesta a Jesús que nos encomienda a María como madre: nosotros debemos entregarnos a ella recibiéndola “en nuestras casas”. En otras palabras, debemos recibirla en nuestra vida interior, en todo lo que nos importa. Debemos permitir que entre en nuestras alegrías y penas, esperanzas y miedos, planes y actividades. Cuando dejamos entrar a María en nuestras vidas, cuando nos encomendamos a su cuidado, ella intercede por nosotros, nos consuela y nos da valor y fortaleza para unirnos aún más a la propia consagración de Jesús para la vida del mundo. En otras palabras, ella nos lleva a la Cruz de Jesús, la cual es el sentido último de la auto-consagración de Jesús, y nos inspira a dedicarnos a la salvación del mundo, para aceptar nuestra parte en la obra de la redención. Al cargar nuestra cruz, viviendo insertos en la consagración misma de Cristo, es posible que lleguemos a sentirnos espiritualmente sedientos, desolados y cansados. Allí es cuando María nos lleva al costado traspasado de Cristo, a la Fuente de Misericordia, donde encontramos un manantial incesante de fuerza y santidad. Así, de acuerdo al pensamiento de San Juan Pablo, la confiada entrega a María conduce a nuestra consagración a Cristo. En otras palabras, podría decirse que se trata de un movimiento de “entrega-ción”. MISERICORDIA A fin de cuentas, la consagración mariana nos conduce a la Divina Misericordia. Los actos de consagración al Inmaculado Corazón de María conducen a los actos de confianza en el Corazón Misericordioso de Jesús. Vemos esto en la historia de Fátima y el Papa San Juan Pablo, particularmente en la homilía del Papa durante su peregrinación a Fátima en 1982, una peregrinación de agradecimiento a “la misericordia de Dios y la protección de la Madre de Cristo” por haberle salvado la vida. En esa homilía, San Juan Pablo repetidamente indica cómo la consagración mariana conduce al Corazón traspasado de Jesús, a la Fuente de Misericordia. Esta conexión es parte de la voluntad de Jesús mismo, quien dijo a Sor Lucía en 1936 que deseaba la consagración al Corazón de María “porque quiero que toda Mi Iglesia reconozca esa consagración como un triunfo del Inmaculado Corazón de María, para extender su culto más tarde y poner la devoción a este Inmaculado Corazón junto a la devoción a Mi Divino Corazón”. Jesús quiere extender la veneración y devoción al Inmaculado Corazón de María porque nos conduce más perfectamente a Él y nos ayuda a recibir la infinita misericordia de su Corazón. Del Libro de los Hechos de los Apóstoles .. La venida del Espíritu Santo, sobre María Santísima y los apóstoles.. Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu.. Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido .. y se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. (Meditemos brevemente) Contemplamos la misericordia del Señor Rezamos con Sta. Faustina Kowalska: "Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en Ti confío." Oración al Padre Padre Eterno! Padre Santo! Con Jesús, María y José, y con todos los Santos y Ángeles del Cielo, te alabo, te bendigo, te doy gracias, y te ofrezco todo mi ser, mi pasado, presente y futuro, con la confianza puesta en tu Infinita Bondad y Misericordia. Y te pido me ayudes a vivir como María, en su Sí, en su Corazón y en su Alabanza, y al igual que Ella, siempre en actitud de servicio y disponibilidad, hacia tus planes divinos de bendición y salvación. Y con María decimos: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador."
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