Breve historia de la guerra

Roma no siempre fue un imperio que conquistó el mundo conocido. Solían ser una ciudad fundada por un par de gemelos hijos de dioses y alimentados por una loba… ¿Qué? En este capítulo hablaremos de los legendarios y sangrientos orígenes de Roma.

Roma no siempre fue un imperio que conquistó el mundo conocido. Solían ser una ciudad fundada por un par de gemelos hijos de dioses y alimentados por una loba… ¿Qué? En este capítulo hablaremos de los legendarios y sangrientos orígenes de Roma.

Ya exploramos el origen de Alejandro Magno, ahora veamos lo que le hizo al orden del mundo conocido.

Cuando Darío el Grande invadió Grecia, el rey de Macedonia, un tipo llamado Alejandro, se rindió y le juró lealtad a Persia. A cambio, le dieron infraestructura y escribas, para que hubiera una burocracia. Le dio a Macedonia la capacidad de hacer Estado. Generaciones más tarde, el heredero al trono de Macedonia, Filipos Segundo, fue capturado en batalla por el genio militar de Tebas, Epaminondas, y, mientras era su prisionero, Filipos vio cómo este general derrotaba a los espartanos en su propio juego. Luego, Filipos escapó y copió las tácticas de Epaminondas: hizo las lanzas más largas, creó el ejército más letal que el mundo antiguo hubiera visto… y lo mataron. Ese ejército lo heredó un morrito de 20 años que, de pura casualidad, se llamaba como el rey de Macedonia que se rindió ante Darío: Alejandro. ¿Y qué hizo Alejandro con este ejército? Primero invadió Tebas y la borró del mapa. Luego invadió Persia y destruyó el imperio más grande del mundo. La violencia siempre regresa.

Ya que derrotaron a Persona, los griegos olvidaron la amenaza común y derrocharon toda su riqueza en un conflicto inútil que no resolvió nada.