Mi Semana

¡Buenos días, flor! Vamos, levántate. Haz la cama y pon la mesa. Pronto tengo que llevarte a la escuela. Arreglate rápido, cariño. - Dale. Mami, ¿Te gusta el yogur? - No, cariño. - Pero, ¿por qué, Mami? ¡Es tan bueno! - Por el mismo motivo por el cual no te gustan las naranjas. - Ay, mami. Es distinto. - No. Es dulce igual. - Mami, naranjas son ácidas. - No son. - Son. - No son. - Son. - Dale, mami. Ganaste. - Gracias. Ahora dime, te apetece pan con mantequilla? - Si. Quiero. - Dale, mi amor. Voy a hacer para ti. - Gracias, mami. Te quiero.

-¡María, María! ¡Quiero ir al centro comercial! -¿Y que vas a hacer allá sola? - Por Dios.. Compras, ¿verdad? Enséñame como puedo llegar allá, por fa. - Te voy a enseñar. Pero, si te pierdes, la culpa no es mía. La idea es tuya de ir sola. - Dale, dale. No me voy a perder. Enséñame, va. Por fa.. - Okay. Apunta eso para que no olvides: Vas a tomar el autobús 3 y bajar en la cuarta parada. Hmm. - Y ahí? - Verás una panadería. Sigue todo recto en esa calle. Toma la derecha y entonces gira a la izquierda. Verás entonces al centro comercial. - Ayyyy, ¡muchas gracias! Ni creo que voy sola al centro comercial. - Hm. Pero no te pierdas. - Daleee ¡Chaito!

¿Sabes cuando tú sientes que veinticuatro horas al día es poco para todo lo que tienes que hacer? Bueno, es eso que estoy sintiendo ahora. Los lunes, me despierto a las ocho. Sé que no es muy temprano pero ya es una lucha. De verdad que yo debería despertarme a las seis, pero, eso no importa ahora. (jeje) Es que comienzo mi día estudiando y, a lo largo del día, yo trabajo, hasta la noche. También me gusta hacer un trabajo voluntário. Los martes, miércoles, jueves y viernes divido mi tiempo estudiando, haciendo trabajo voluntário y trabajando. Como yo dije, mis días son llenos de cosas que hacer. Pero no puedo reclamar. Todo ese trabajo me llena de alegría. Me gusta mucho todo eso. Al fín, el sábado y el domingo tengo tiempo para descansar. Bueno, a veces. (jeje) Pero, ¡cuéntame! ¿Qué haces tú durante la semana?