Misteriosa y estúpida

Mientras arrancaba la vuelta a Buenos Aires, también empezaba el calvario de Berni: se vomitó todito. También aprovechó para explicar el juego invisible que él y Fede jugaron a escondidas de les oyentes.

En un día aparentemente libre, Berni y Delfi aprovechan para relajarse. Además, Berni regala sus tips de regateo.

Berni y Delfi suben montañas y (sorpresa) pierden sus pulmones una vez más. También nos enseñan sobre la religión y las decisiones arquitectónicas de los Incas.

Berni y Delfi viajan en tren y la cuenta de "veces que dijeron que perdieron un pulmón" llega a 145.

Berni y Delfi ya no recuerdan en que ciudad están y los guías turísticos se contradicen un poco entre ellos.