
Audio Devocional "Crezcamos de Fe en Fe" - Ministerios Kenneth Copeland
Podcast de Kenneth y Gloria Copeland
Recibe una palabra de ánimo... una palabra de inspiración... una palabra de fe... ¡todos los días del año! El devocional Crezcamos de Fe en Fe, escrito por Kenneth y Gloria Copeland, aborda temas de la vida diaria como resultados de la experiencia propia. Se trata de las luchas que enfrentas a diario, luchas contra el cansancio, la irritación, los hijos, las finanzas, etc. Kenneth y Gloria Copeland te enseñarán cómo obtener la victoria, basados en La Palabra.
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«Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que habrán de venir» (Juan 16:13) Jesús dijo que el Espíritu Santo nos guiaría a toda verdad. No tan sólo la verdad que nos ayudará a subsistir. Ni la verdad ocasional que nos ayudará a enseñar en nuestra clase de la escuela dominical, sino ¡toda la verdad! Si eres un empresario, el Espíritu Santo te mostrará cómo aumentar tus ganancias y reducir tus gastos. Si eres una madre, el Espíritu Santo te mostrará cómo resolver las discusiones de tus hijos. Si eres un estudiante, esto significa que el Espíritu Santo te mostrará cómo sobresalir en tus clases. De hecho, si conoces a Jesucristo y has sido bautizado en el Espíritu Santo, en tu interior se encuentra la respuesta a todo problema económico, espiritual y físico. ¡Tú ya tienes las respuestas a problemas que ni siquiera conoces! Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se tropezó con un problema muy serio. El enemigo estaba hundiendo sus barcos más rápidamente de lo que se podían construir nuevos, un proceso que tomaba un año de principio a fin. En un esfuerzo para resolver ese dilema, se inventó un método por el cual un barco podía ser construido en un solo día, pero que requería hacerlo cabeza abajo. Una vez finalizado, al darle vuelta, las soldaduras se reventaban y el barco se hacía añicos. Le presentaron el problema a un hombre profundamente espiritual, quien además era un famoso empresario industrial de la época. “Yo averiguaré cómo hacerlo”, les respondió. Efectivamente, después de algunos días de oración y ayuno, Dios le mostró la fórmula de la soldadura que mantendría al barco unido. Si estás enfrentando algún problema, no andes a rastras tratando de manejarlo con tus propias fuerzas. Toma en serio lo que Jesús dice en Su Palabra y comienza a pedirle al Espíritu Santo que te dé el conocimiento que necesitas para resolverlo. Pon la sabiduría de los siglos a obrar en tu trabajo, en tu familia y en tu mundo. Conéctate con las verdades que Él ha depositado en ti. Lectura bíblica: Juan 14:6-17 © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.

«Bienaventurados serán ustedes cuando, por causa del Hijo del Hombre, la gente los odie, los segregue, los vitupere, y menosprecie su nombre como algo malo. Cuando llegue ese día, alégrense y llénense de gozo, porque grande será el galardón que recibirán en los cielos. ¡Eso mismo hicieron con los profetas los antepasados de esta gente!» (Lucas 6:22-23) ¿Quieres saber cómo deprimir al diablo? Sólo tienes que seguir las instrucciones de este último versículo. Cuando la persecución venga, cuando los amigos o la familia te critiquen porque impones las manos sobre los enfermos y crees en la sanidad, y cuando tus compañeros de trabajo te llamen un fanático porque amas a Jesús y no temes anunciarlo, entonces ¡Regocíjate! Grita de júbilo ¡aleluya! y salta de alegría. Te aseguro que eso desalentará al diablo. Él espera que esa persecución perjudique tu fe para después destruirte y dejarte con nada. No estoy diciendo que debes disfrutar de la persecución en sí misma, sino que puedes aprender a pasar por alto la molestia de esas cosas al enfocar tu atención en la recompensa que viene, y en el hecho de que Jesús dijo que eres bienaventurado. Él apóstol Pablo ciertamente sabía cómo hacerlo. Él era un experto en regocijarse en medio de la persecución. Satanás estaba constantemente causándole problemas. Pero ¿sabes lo que dijo acerca de todo eso? Pablo dijo que no valía la pena porque no se comparaba con la gloria que iba a ser revelada. Si Pablo podía regocijarse en medio de golpizas, apedreamientos, naufragios, encarcelamientos y en casi toda clase de persecución, tú también puedes hacerlo. Sencillamente haz lo mismo que él hizo. Cuando le fue revelado por el Espíritu Santo que le esperaban cadenas y aflicciones, él dijo: «Pero eso a mí no me preocupa, pues no considero mi vida de mucho valor, con tal de que pueda terminar con gozo mi carrera y el ministerio que el Señor Jesús me encomendó, de hablar del evangelio y de la gracia de Dios» (Hechos 20:24). No caigas en la trampa de aquello que la gente dice y piensa aquí en la Tierra. Déjate llevar por el hecho de agradar al Señor. Concéntrate en acabar tu carrera con gozo y en la esperanza gloriosa que está por delante. Esa esperanza es suficiente para hacer que cualquier persona, en cualquier situación, ¡salte de alegría! Lectura bíblica: Hechos 16:16-35 © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.

«Hermanos, no queremos que ustedes se queden sin saber lo que pasará con los que ya han muerto, ni que se pongan tristes, como los que no tienen esperanza. Así como creemos que Jesús murió y resucitó…» (1 Tesalonicenses 4:13-14) Muchos de nosotros, aunque somos creyentes, hemos visto la aflicción y la tristeza como parte tan natural de la vida que ni siquiera nos hemos preguntado si está bien. En efecto, si somos sinceros, debemos admitir que hay veces cuando en realidad queremos sentir lástima y tristeza por nosotros mismos. ¿Por qué escogemos sentir tristeza? Porque la tristeza produce cierta satisfacción emotiva. Ofrece una oleada de sentimientos que, al principio, son casi embriagadores. Pero la aflicción y la tristeza son peligrosas. Hace varios años, Dios me mostró que la tristeza y la aflicción no son los sentimientos inocentes que creemos. Las fuerzas tras estos sentimientos son en realidad seres espirituales enviados por el mismo diablo para robar, matar y destruir. Son parte del bombardeo devastador y satánico que Jesús cargó sobre Sí Mismo cuando murió en la cruz (Isaías 53). Él experimentó dolor y quebranto para que nosotros no tuviéramos que hacerlo. Si esos sentimientos vienen golpeando a tu puerta, recuerda que no son sensaciones inocentes, sino enemigos letales que Jesús ya venció en el Calvario. No vivas como los que no tienen esperanza. Tú eres un creyente que sabe que Jesucristo murió por ti y resucitó. Eso no sólo te da esperanza en lo que concierne a la muerte física, sino que también en toda situación. ¡No aceptes la tristeza! Lectura bíblica: Isaías 51:11-16 © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.

«Porque estos sufrimientos insignificantes y momentáneos producen en nosotros una gloria cada vez más excelsa y eterna» (2 Corintios 4:17) Es muy fácil poner tus ojos espirituales sólo en los problemas que estás atravesando ¡y pasar por alto completamente las bendiciones! Cuando lo hacemos, terminamos sufriendo por situaciones en las cuales deberíamos regocijarnos. Déjame mostrarte lo que quiero decir. No hace mucho tiempo, este ministerio estaba enfrentando grandes presiones económicas. Me levanté en fe contra ellas. Luché contra éstas con la Palabra y en oración. De lo que no me di cuenta fue que, durante ese tiempo en que los problemas parecían tan grandes―las bendiciones eran aún mayores. Este ministerio estaba extendiéndose cada vez más, ministrando a más gente, distribuyendo más cartas, componiendo más publicaciones y enviando enseñanzas como nunca antes. Era un tiempo sin igual y era una época para regocijarse. Pero no me daba cuenta de ello por estar tan ocupado pensando en los problemas. Mi visión era tan estrecha que lo único que podía ver era la presión. Pasé por tiempos difíciles cuando debía haber proclamado victoria. Pero gracias a Dios, Él me despertó antes de que todo acabara. Me despertó a las bendiciones y me recordó que los problemas son temporales y que pueden cambiar, pero que Dios y Su Palabra de victoria nunca cambian. Si estás atravesando por momentos difíciles, despierta a las bendiciones que hay a tu alrededor. Serás mucho más eficiente al hacerle frente a los problemas si le das a Dios la gloria por las soluciones que Él ya ha provisto. Quita tus ojos del problema y mira a tu alrededor. ¡Muy pronto estarás proclamando la victoria! Lectura bíblica: Salmo 13 © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.

«Hasta los leones jóvenes y fuertes a veces pasan hambre, pero a los que confían en el Señor no les faltará ningún bien» (Salmos 34:10) ¿Sabías que, de acuerdo con la Palabra de Dios, no hay escasez en el Cuerpo de Cristo? Todo lo que podamos necesitar y todo problema que podamos enfrentar ha sido cubierto por la Sangre de Jesús. Sus abundantes y preciosas promesas lo han suplido todo. ¿Por qué entonces muchos seguimos en escasez? Porque como dice en Hebreos 5:13, somos inexpertos en la Palabra de justicia. Se necesita ser experto para aplicar la Palabra de Dios. Muchos no lo saben. A veces decimos cualquier cosa de la Palabra y tratamos de usarla a nuestra conveniencia. Hacemos una oración sin sentido, y luego decimos: “Bueno, Dios sabe lo que quiero decir”, y esperamos que sea contestada. Sin embargo, tristemente es gracioso. Nosotros nunca permitiríamos esa clase de negligencia en el ámbito natural. Si nuestro médico entrara, nos arrojara un frasco de píldoras y dijera: “Aquí tiene esto, tómeselo”, sin siquiera tratar de examinarnos, saldríamos de ese consultorio para nunca regresar. Sin embargo, nos sorprendemos cuando esa misma actitud de negligencia en el ámbito espiritual, impide que nuestras oraciones sean eficaces. Vivimos en una sociedad “instantánea” en la que todo es rápido y fácil. Y muchos dejamos que esa mentalidad afecte nuestra vida con el Señor Jesucristo. Cuando alguien necesita sanidad, irrumpimos por la puerta del hospital, le echamos un poco de aceite en la frente y decimos: “¡Gloria a Dios!” y nos vamos. A veces no se necesita decir más que: “¡En el nombre de Jesús, sé sano!” Pero a veces la situación demanda de otras cosas. Ha llegado la hora de despojarnos de esa mentalidad “instantánea” y darnos cuenta de que hay situaciones en las que debemos tomarnos el tiempo y orar en el Espíritu; situaciones en las que vamos a tener que sentarnos y escuchar las instrucciones de Dios. Si eres inexperto en cualquier aspecto de la vida ―ya sea sanidad, finanzas o alguna otra cosa― proponte hacerte experto en la Palabra en esa área. Toma tu Biblia. Lee todos los pasajes acerca de sanidad. Lee todos los pasajes que hablan de milagros. Lee las promesas de Dios y de las bendiciones de Abraham. Medita en ellas. Pídele a Dios que te hable a través de ellas y te ilumine en la situación que estás enfrentando. No digas cualquier cosa acerca de la Palabra; escudríñala. Ten comunión con tu Padre por medio de ella y pídele que te muestre cómo ser experto a la hora de aplicarla. Con el tiempo, no te hará falta ningún bien. Lectura bíblica: Salmo 23 © 1997 – 2019 Eagle Mountain International Church Inc., también conocida como Ministerios Kenneth Copeland / Kenneth Copeland Ministries. Todos los derechos reservados.
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