Abrazos al corazón

Gina Taboada es una mujer plena, comprometida, trabajadora y muy resiliente. Tuvo cáncer de mama a los 40 años y fue una experiencia de cambios, reflexión y aprendizajes en su vida. Vivió este proceso como una oportunidad... oportunidad de hacer una pausa, de reflexionar y de centrarse en lo que para ella es realmente importante. Menciona que tuvo una ayuda fundamental en su proceso: platicar con alguien que vivió una experiencia similar. El poder hablar con alguien que no conocía y que ella le pudiera contar su experiencia total de algo que ella apenas comenzaba, le marcó. Agradeció que le haya compartido lo que pasó por su cuerpo y por su cabeza, y le dio mucha esperanza. En su proceso vivió muchos cambios. Vio a gente que no había visto, se reencontró con amigos, vivió su presente y disfrutó todos los momentos donde tuvo fuerza, energía y ganas de salir. Gina vivió su proceso dedicada a ella, enfocada en ella y decidiendo soltar todo aquello que en su vida no le hacía feliz. Se replanteó su camino y le dio frente al cáncer como una nueva oportunidad. Oportunidad de pensar cosas que no había pensado antes y de hacer cambios que hoy le hacen quién es.

Diana Nuñez es una mujer de 23 años y hoy, con su carisma, amor por la vida y empatía, nos comparte un poco de su historia. Es sobreviviente de un cáncer de ovario diagnosticado a sus 11 años y en este capítulo abre su corazón para contarnos pensamientos, sentimientos, aprendizajes y anécdotas que ha tenido a lo largo de su vida. Con cada palabra Diana nos inspira y nos saca una sonrisa. Nos invita a vivir nuestra vida hoy; a disfrutar cada momento, a vivir sin sufrimiento, a hacer lo mejor con lo que tenemos, a divertirnos y a buscar nuestra felicidad. No tenemos el mañana asegurado y Diana nos compartió una frase que nos motiva a sacarle el mayor provecho al presente: “El día que me toque irme, me quiero ir feliz. Esa es mi meta: irme con una sonrisa”. Todo pasa y no pasa nada. Las cosas pasan pero eventualmente se van a ir y cuando se vayan habrán lecciones, aprendizajes, crecimiento, quizás dolor, pero sobre todo, esperanza, amor, y una sonrisa. .

Alejandro Ezquerro vivió un proceso de aprendizajes. Así le llama él al camino que recorrió después de un diagnóstico de Linfoma no Hodgkin. Es un hombre resiliente, vive en el presente y se enfoca en vivir una vida saludable a nivel cuerpo, mente y espíritu. En este capítulo, Alejandro habla de cómo se presenta el miedo en el proceso y de lo importante que es aprender a manejarlo. Habla también de lo importante que es agarrarte de todos los recursos que se te presentan y utilizarlos de una forma positiva. También menciona que la enfermedad es una compartida, y que debemos ser empáticos con las personas que nos rodean y fomentar una comunicación clara y efectiva en cada momento. Alejandro es un hombre que hoy aprecia mucho salud y nos invita a conectar con lo más profundo de nosotros mismos porque dice que si no estás bien tú, es muy difícil estar bien para el otro. Su manera de vivir es muy inspiradora y sus palabras dan esperanza para seguir luchando a pesar de los miedos y las adversidades.

Isa es una mujer de 22 años que disfruta la vida, aprecia los detalles, se enfrenta a la vida con humor y vive un día a la vez. Hoy, después de 9 años de haber recibido un diagnóstico de cáncer de hígado, está en remisión. Nos abre su corazón y nos cuenta los cambios, aprendizajes, frustraciones y realizaciones que tuvo durante y después de su proceso. También comparte una metáfora de su familia que nos dio esperanza y la cual representa perfecto los roles, aprendizajes, unión, cariño y amor que tuvieron y siguen teniendo como familia. Isa, con ese gran humor que tiene, cuenta su historia de una manera tan humana, real y amorosa que nos abraza el corazón a todos aquellos que la escuchamos y nos invita a seguir luchando, a no rendirnos, a gozar la vida, y a aceptar que en estos procesos, todo se vale.

Yoanna Berrondo fue diagnosticada con un tumor de cerebro y hoy es sobreviviente de cáncer. Nos cuenta su historia y abre su corazón para hablar de sus aprendizajes, de su camino de trabajo interno y profundo, y de los cambios que ha vivido. Comparte herramientas para conectar con la intuición, silenciar los pensamientos, y abrirnos a la sensibilidad de la vida. Propone que cada uno de nosotros encontremos posibilidades para definir qué acción queremos tomar, paso a paso, para seguir avanzando en el camino. Habla de la importancia de observar, integrar y aceptar nuestras emociones funcionales, de hacer introspección, de conectar con nuestra voz interna, y de cuidar a nuestro corazón. Nos invita a integrar lo bueno y lo malo, lo amargo y lo dulce, y a partir de todos los cambios, reconstruir la vida una vez más y vivir el hoy.