Fundación Proyecto DEI

¿Sabías que el juego le brinda felicidad a tu niña o niño? Jugar no es perder el tiempo, sirve para descubrir, aprender y acomodar sus emociones. Es la base para comenzar a construir su lugar en el entorno que le rodea y relacionarse con el mundo.

Cada persona nace con su propio temperamento, algunos son más retadores que otros;  la experiencia del día a día hará que le ayude a madurar sus relaciones familiares y de amistad. Comprender su temperamento te ayuda a conocerle mejor y ayudarle a crecer.

¿Los berrinches no desaparecen? Es normal que existan pues es parte de su crecimiento; lo importante es aprender a manejarlos para ayudarles a construir su capacidad de control de la conducta, haciendo que cada vez sean menos. Con tu paciencia y cariño...

La disciplina es indispensable en la vida, pero con amor, respeto y buenos tratos. Las consecuencias relacionadas a sus actos, la firmeza y tu cariño le enseñaran por donde conducirse. Los golpes y gritos dejan huellas en su cerebro y corazón.

¿Quieres que tus niñas y niños sean buenos hermanos? Tu cariño y tu rol es fundamental para que hagan buen equipo; necesitas ser mediador en vez de ser juez y parte. La empatía hacia sus emociones y necesidades te ayudarán a crear buenas relaciones...