De mujer a mujer

Natal de Villanueva, Guajira, un lugar envuelto por una mística especial, pero que también ha sido golpeado por la violencia. Forma parte de una familia de músicos ilustres, entre otros, el Rey del Vallenato Egidio Cuadrado. Fue violada y torturada por la guerrilla de las FARC en múltiples ocasiones. Se quedó embarazada de una hija que hoy tiene 19 años y que, según ella misma relata, “no se parece a ninguno de esos hombres.

Hizo parte de la Tercera comisión de víctimas que participó en las negociaciones de paz entre el Gobierno y las FARC en Cuba. Su hijo, Alejandro Ujueta, murió a los 20 años como resultado de la bomba de 200 kilogramos de explosivo C4 que estalló en el Club El Nogal, en la ciudad de Bogotá, el 7 de febrero de 2003. Hoy está dispuesta las 24 horas del día a contar su historia a quien quiera escucharla. También dicta terapia de duelo a hombres y mujeres, enseñándoles lo mismo que aprendió para superar las marcas que la violencia le dejó implantas en su memoria: el perdón, un sentimiento profundo y difícil.

Lina Caro nació en María la Baja, Bolívar. Hoy tiene 48 años y vive en Soacha. Su condición de víctima se debe al doble desplazamiento que sufrió en su vida. Primero por grupos paramilitares, en 200 cuando estaba en su municipio natal. Cuatro años después en Sicelejo por grupos identificados como bacrim.

Bertha Cecilia Quiñonez, activista LGTB de Buenaventura ha dedicado su vida a ayudar a chicos y chicas que necesitan definir su orientación sexual, libres de descalificaciones y exclusiones. Según el registro único de víctimas de mayo de 2018, se habían reconocido 2515 personas LGTB del conflicto armado, a nivel nacional, que fueron acosados igualmente por paramilitares, guerrilleros y grupos armados. Se trata de una población víctima a la cual se le ha impuesto un silencio que, hasta hora vemos romper. "Salir del closet no es un pecado, es ser libre. Busquen esa libertad". Una excelente recomendación pero no tan fácil de conseguir. Bertha llegó a Buenaventura aunque tuvo que ir huyendo de un lugar a otro perseguida por su condición sexual. Esta es su historia.

De niña, huyendo del maltrato intrafamiliar en su casa ingresó en la guerrilla Puerto Gaitán, Meta. Durante su estancia en el grupo armado se quedó embarazada y los jefes del frente intentaron que abortara. Cuando el pequeño nació se le entregó a otra persona para que lo criara. Allí estuvo 9 años y después decidió escapara y rescatar a su hijo. Hoy en día vive en Bogotá con su hijo y trabaja como empleada doméstica.