
Elena en El País de los Horrores
Podcast von Elena Merino
Nimm diesen Podcast mit

Mehr als 1 Million Hörer*innen
Du wirst Podimo lieben und damit bist du nicht allein
Mit 4,7 Sternen im App Store bewertet
Alle Folgen
114 Folgen
El tranquilo pueblo de Plainfield ocultaba uno de los horrores más perturbadores del siglo XX: el granjero solitario que convirtió su casa en un museo de cadáveres. Inspiró a Norman Bates, Leatherface y Buffalo Bill. Descubre en este episodio la historia real de Ed Gein, el Carnicero de Plainfield. Learn more about your ad choices. Visit megaphone.fm/adchoices [https://megaphone.fm/adchoices]

Un incendio en un despacho de Usera destapa algo mucho peor: tres cadáveres y un objetivo ausente. Entre amenazas cruzadas, coartadas fabricadas y un pasado que regresa desde miles de kilómetros, la investigación desmonta la escena del crimen pieza a pieza. Parece una trama de espías, pero lo que late debajo es un thriller de celos y venganza. Learn more about your ad choices. Visit megaphone.fm/adchoices [https://megaphone.fm/adchoices]

Un tramo de tierra entre Houston y Galveston, ha sido empleado como cementerio improvisado por varios asesinos en serie. En tres décadas, se han acumulado decenas de muertes de adolescente sin resolver. Learn more about your ad choices. Visit megaphone.fm/adchoices [https://megaphone.fm/adchoices]

Nanysex, que ha cumplido 20 años de prisión por abuso sexual a menores, producción y distribución de pornografía infantil, aseguró cuando lo detuvieron que solo había agredido a bebés de menos de 36 meses. Ahora, después de cumplir su condena, es libre. Eduardo Casas Herrer, subinspector de la Brigada Central de Investigación Tecnológica, formó parte del operativo que le dio caza en su día. Learn more about your ad choices. Visit megaphone.fm/adchoices [https://megaphone.fm/adchoices]

Rellenaba sus botas con trapos, latas aplastadas y cartones para parecer 8 cm más alto; se maquillaba con polvos de color canela, teñía su pelo, y se dibujaba un lunar en la mejilla con grasa de motor; imitaba en sus gestos a su ídolo, Elvis Preisley… Y le funcionaba. Smitty era admirado por los chicos y deseado por las chicas adolescentes. Acostumbrado a hacer siempre lo que le daba la gana, mató por el mismo motivo, solo por saber qué se siente. Learn more about your ad choices. Visit megaphone.fm/adchoices [https://megaphone.fm/adchoices]