Rebobina

Es difícil ver a Bryan Cranston y no pensar en BREAKING BAD. EL INFILTRADO es una película que aprovecha el nivel de mito que alcanzó Cranston gracias a una serie. A Jennifer López también le costó ser un icono, pero ahí la tienes. En SUCEDIÓ EN MANHATTAN J.Lo ya es J.Lo y, como a la Baby de DIRTY DANCING, nadie puede arrinconarla.

Está la gente guapa y luego están los protagonistas de INFIEL. Pero la auténtica estrella de esta interesantísima película es Diane Lane. Igual que en PERDIDA tenemos a Rosamund Pike y todo lo demás y en TRASCENDENCE a Johnny Depp y todo lo demás. Y eso que él no es ni siquiera el verdadero protagonista de la película, uno de esos filmes con un poquito de metafísica y un muchito de explosiones. El dilema moral de TRASCENDENCE es elevadísimo. El de INFIEL es más mundano, pero lo vive Diane Lane y lo más cerca que vas a estar tú de Diane Lane en tu vida es escuchando este episodio de REBOBINA.

Hayden Christensen era la estrella de JUMPER porque Hayden Christensen era una estrella. Aunque en esa película la estrella es, literalmente, un efecto visual. De eso, de efectos visuales, sabe mucho el director de EL HOMBRE LOBO. Alberto e Isabel te lo cuentan, pero primero se meten en el mundo de una película que es historia del cine pero no de los Oscar: HEAT. Michael Mann llega a REBOBINA. Además, Jamie Bell, Ashley Judd y los extraños caminos de Hollywood.

Dice Stephen King que no hemos hablado de él todavía en REBOBINA, así que qué mejor manera de hacerlo que con LA MILLA VERDE, de Frank Darabont. Todo en esa película es superlativo, como el star power de Richard Gere y Jodie Foster en SOMMERSBY o la (seamos finos) fotogenia de Armie Hammer en MINE. La película es él y él es la película. Pero por debajo había un plan. Isabel y Alberto te lo cuentan.

¿Qué haces si el demonio te ofrece siete deseos a cambio de tu alma? ¿Y si ese demonio es Liz Hurley y tú eres Brendan Fraser en modo gañán? Respuesta: aceptas el trato. De ahío partió Harold Ramis para hacer AL DIABLO CON EL DIABLO. Otra ocurrencia loca es la base de SCOOP, de Woody Allen. Con mucho menos Martin Lawrence se ha hecho una carrera entera. Porque a cada persona (y a cada país) le hacen gracia cosas distintas. En este REBOBINA Isabel y Alberto repasan tres comedias muy distintas que, sin embargo, tienen una cosa en común: las tres tienen premisas muy fáciles de contar. Y estrellas muy difíciles de replicar.