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¿Quién ha sido cizaña en tu vida? - Andrés Corson
¿Alguna vez te has preguntado quién sembró confusión, división o tropiezos en tu camino? Jesús enseñó que no toda la semilla que crece junto al trigo viene de Dios. Existe la cizaña: personas que el enemigo usa para dividir, enfriar la fe, normalizar el pecado o desviar a otros del propósito del Reino. A simple vista se parecen al trigo, pero con el tiempo su fruto revela la verdad. La cizaña no siempre llega de afuera; muchas veces aparece en la familia, en el trabajo, en relaciones cercanas e incluso dentro de la iglesia. Puede disfrazarse de consejo, amistad, espiritualidad o “buena intención”, pero su efecto es el mismo: ahogar lo que Dios quiere hacer en tu vida. Dios permite que trigo y cizaña crezcan juntos por un tiempo, pero también nos llama a discernir, a no dar poder a lo que contamina y a cuidar el llamado que Él puso en nosotros. 🎯 ¿Estás identificando la cizaña… o permitiendo que siga creciendo y afectando tu fruto?
El diablo es puerco ¡Lo odio! - Andrés Corson
¿Sabes realmente cómo opera el enemigo… o solo conoces una versión suavizada de él? La Biblia no lo disfraza: el diablo es engañoso, mentiroso, intimidante, lascivo, violento y destructor. Desde el Edén hasta hoy, su estrategia ha sido la misma: distorsionar la verdad, normalizar el pecado, sembrar temor, dividir familias y apartar a las personas del propósito de Dios. Pero también hay una verdad que no se puede ignorar: aunque el enemigo oprime, Dios gobierna. Lo que el diablo planea para destrucción, Dios lo transforma para bien. La cruz no fue la victoria del infierno, fue su derrota pública. Jesús desarmó a las potestades y nos devolvió autoridad para vivir en libertad. Conocer cómo opera el enemigo no es obsesión, es discernimiento. Porque no se pelea a ciegas, y no se vence lo que no se confronta. 🎯 ¿Vivirás ignorando sus mentiras… o caminarás en la autoridad que Cristo ya te dio?
Cuando el control se disfraza de espiritualidad - Christy Corson
¿Y si esa “fortaleza” que crees tener… en realidad es control disfrazado de espiritualidad? A veces justificamos nuestro temperamento, nuestras reacciones o la forma en que manejamos a otros creyendo que “así somos”, cuando en el fondo hay heridas, miedo, inseguridad o orgullo que se traducen en intimidación, manipulación, dominación o falsa autoridad espiritual. La Biblia muestra que el control no es carácter: es un sustituto del amor. Intimida, divide, manipula, carga culpas, se esconde detrás de versículos y hasta se viste de “Dios me dijo”. Pero el Espíritu Santo no controla: guía. No impone: invita. No presiona: libera. Soltar el control no es perder seguridad; es aprender a confiar. Es dejar de operar como Jezabel, Judas o un fariseo… para empezar a amar como Jesús: con paciencia, humildad y verdad. 🎯 ¿Estás viviendo desde el control… o desde la libertad del Espíritu?
Cuando el control se disfraza de espiritualidad - Christy Corson
Cuando el control se disfraza de espiritualidad - Christy Corson by El Lugar de Su Presencia
La desilusión te aleja de Dios - Juan Muñoz & Paola Reyes
¿Has sentido esa desilusión que te quita fuerzas, te apaga la fe y te enfría el corazón? La desilusión no es un simple malestar emocional; es un estado espiritual que, si no se sana, puede alejarte de Dios sin que te des cuenta. A veces nace de personas que amamos, de expectativas rotas, de respuestas que no llegaron, de traiciones o divisiones que nunca imaginamos vivir. La Biblia muestra que un corazón desilusionado empieza a levantar ídolos, pierde la búsqueda sincera de Dios y deja de confiar en Él. Como le pasó al rey Asa, la desilusión no solo hiere: también distorsiona, divide y detiene la fe. Pero Dios sigue buscando corazones totalmente comprometidos, corazones que Él pueda fortalecer. Sanar la desilusión no es negar el dolor, sino levantar la mirada, perdonar, volver a pedirle a Dios y reanudar la búsqueda… porque Él nunca decepciona. 🎯 ¿Seguirás viviendo con un corazón herido… o permitirás que Dios restaure lo que la desilusión dañó?