
Devocional Maná
Podcast von Devocional Maná
Nimm diesen Podcast mit

Mehr als 1 Million Hörer*innen
Du wirst Podimo lieben und damit bist du nicht allein
Mit 4,7 Sternen im App Store bewertet
Alle Folgen
1128 Folgen
Hoy reflexionamos sobre nuestra verdadera identidad. ¿A qué reino pertenecemos? Este mundo busca fama, poder, reconocimiento y posesiones que se desvanecen. Pero quienes hemos creído en Jesucristo hemos recibido un nuevo pasaporte: somos ciudadanos del cielo. No vivimos para los intereses de esta tierra, sino para la gloria de nuestro Padre. Si eres ciudadano del Reino de Dios, tus prioridades deben ser distintas. No te distraigas ni pierdas de vista el propósito: invertir tu vida, tus talentos y tus recursos en extender el Reino de Dios. Porque el día que partamos, no regresaremos a una casa terrenal, sino a nuestra verdadera casa, donde nos esperan los homenajes eternos.

Hoy reflexionamos sobre la profundidad de la frase Venga a nosotros tu reino. El Reino de Dios ya se ha acercado a nosotros en la persona de Jesucristo. Él vino, predicó, sanó y enseñó, pero muchos no le recibieron. Así como el pueblo de Israel prefirió a Barrabás y rechazó al Mesías, también hoy podemos endurecer el corazón, distraernos o pensar que tenemos tiempo para recibirle después. Este devocional es una invitación a reconocer que el tiempo es ahora. Cristo mismo llama a la puerta de tu corazón para reinar en tu vida, tu hogar y todo lo que eres. No dejes pasar este llamado.

Esta semana comenzamos una nueva parte del Padrenuestro: Venga a nosotros tu reino. Jesús nos enseñó que el Reino de Dios no es de este mundo, sino que comienza cuando rendimos nuestra vida a Cristo y pasamos de las tinieblas a su luz admirable. No basta con ser religiosos o “buenas personas”. Es necesario nacer de nuevo, reconocer nuestro pecado y decidir que Él gobierne nuestra vida. Este devocional es un llamado a abrir el corazón y dejar que el Reino de Dios se establezca primero en nuestro interior.

Este Viernes de Oración nos recuerda que acercarnos a Dios no se trata de pedir solo por lo que deseamos, sino de rendir nuestra vida a su voluntad perfecta. La oración sincera nace de un corazón que reconoce que sin Cristo no tenemos acceso al Padre, y que todo lo que somos y tenemos depende de su gracia. Hoy, dobla tus rodillas y dile al Señor que haga su obra en ti, que te transforme y te enseñe a vivir para su gloria.

Este devocional nos reta a reflexionar sobre lo que sale de nuestra boca y lo que habita en nuestro corazón. La Palabra nos llama a dejar de repetir las quejas del mundo y a llenarnos de salmos, himnos y cánticos espirituales que eleven el nombre de Dios. Al cambiar lo que escuchamos y lo que hablamos, nuestra vida puede transformarse en un testimonio que santifique Su nombre cada día.