Las dos muertes de Javier Ardines

Hace poco más de un mes se conocía la sentencia: los cuatro acusados por la muerte del concejal han sido condenados a penas de entre 20 y 22 años de prisión. Comienza ahora una nueva etapa para los vecinos de un pueblo que quiere olvidar aquel episodio negro en su historia, lleno de reproches y amenazas. Los turistas han vuelto. Parece que la normalidad también. Hay, sin embargo, otras personas que jamás podrán pasar página… Este episodio está realizado y mezclado con tecnología de audio inmersivo de última generación, Dolby Atmos, aprovechando su virtualización Binaural del espacio sonoro. Es recomendable su escucha con auriculares.

Tres años después del crimen de Javier Ardines, llega la hora de la verdad. Pedro Nieva, Jesús Muguruza, Djijalli Benatia y Maamar Kelli se enfrentan a 25 años de cárcel. El juicio se prolonga durante todo el mes de noviembre con sesiones maratonianas. En la sala se reencuentran los familiares de la víctima y los posibles verdugos y frente al micrófono los acusados dan nuevas versiones contradictorias. Por una parte, la fiscalía insiste en que hay numerosas pruebas. Por otra, las defensas mantienen que son solo conjeturas.

La detención de Pedro Nieva, su amigo Jesús Muguruza y los dos sicarios revoluciona el pueblo de Llanes, en Asturias, pero también el de Amorebieta, en Bilbao. La idea de que el asesinato de Javier Ardines se debiera a un asunto de celos pilla a muchos por sorpresa y a otros, dicen ahora, no tanto… Para familiares, amigos y vecinos de los implicados, han sido meses de sospechas, acusaciones cruzadas, declaraciones de despecho, presiones mediáticas y un sinfín de dudas. Ahora, más de tres años después de aquel crimen, los cuatro acusados se sientan en el banquillo.

Los sicarios llevan días elaborando un plan que falla en un primer intento. Culmina, sin embargo, una madrugada de agosto: en un camino rural, cerca de los prados, un asalto a Javier Ardines, una paliza fatal que desata una serie de vertiginosos acontecimientos. Desde el primer momento, la prensa nacional se hace eco del crimen del político, mientras los dos delincuentes huyen y buscan un escondite. El resto de los implicados guardan las apariencias e intentan llevar una vida normal. Pero los investigadores de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil pondrán los ojos en todos ellos.

En el corazón de Bilbao está el barrio de San Francisco. Hay que cruzar el viejo puente de Cantalojas. Por debajo pasa el tren y al otro lado hay calles pintorescas, multiculturales, que ninguna guía turística de la villa recomendaría visitar de noche. Hasta allí se desplaza un amigo de Pedro Nieva para contactar con alguien que ejecute su venganza. Estos serán unos personajes clave, dos delincuentes comunes convertidos en sicarios.